Isabel Tomás, voluntaria “in-country” en Fundación Esycu para el Cuerpo Europeo de Solidaridad, iniciativa de la Unión Europea cuyo objetivo es crear oportunidades para que los jóvenes trabajen como voluntarios o colaboren en proyectos —en sus propios países o en el extranjero— que beneficien a comunidades y ciudadanos de toda Europa, ha compartido su experiencia con otros jóvenes voluntarios europeos con ocasión de la evaluación intermedia que realiza la organización europea al alcanzar el ecuador del proyecto.
Esta evaluación intermedia ha servido para que los jóvenes participantes se conocieran mejor, pusieran en común su experiencia como voluntarios del Cuerpo Europeo de Solidaridad y comunicaran el alcance de los proyectos que están realizando.
Además, tal y cómo apunta Isabel, “el encuentro ha servido también para reforzar nuestras aptitudes como voluntarios y ayudarnos a salir de nosotros mismos para empatizar con la realidad de los compañeros y ampliar conocimientos sobre la cultura de los diferentes países participantes”.
El Cuerpo Europeo de Solidaridad genera oportunidades de voluntariado transfronterizo que representan una excelente ocasión para prestar ayuda allí donde se necesita, adquirir nuevas capacidades, pasar un tiempo en el extranjero, aprender un idioma y volver a casa con recuerdos inolvidables.
Los proyectos tratan un abanico muy amplio de cuestiones (como el medio ambiente, la salud, la inclusión, las tecnologías digitales, la cultura o el deporte). Puede hacerse voluntariado individual o en equipo y también existe la posibilidad de realizar voluntariado “in-country”, es decir, en el propio país de origen, como es la situación de Isabel Tomás, que no ha querido que las restricciones de movilidad de la pandemia mermaran su ilusión de participar en esta iniciativa europea.